Con su apoyo los socios de El Dorado SFB dan aliento a un proyecto popular cuyo propósito es dar vida a un espacio estable para la divulgación del Flamenco. Sentimos el palpito del Flamenco y queremos ser parte de él. ¡Hazte Soci@!!
Cuota socio: 30€ Trimestrales (120€ al año) Esta cuota da derecho a entrar de forma gratuita a todos los actos organizado por EL DORADO SFB.

Cerrar
Alfredo Lagos en concierto [Guitarra Flamenca]
02 noviembre 2023 – 19:00h
Sala Sandaru (CC Parc Sandaru)

Alfredo Lagos, en un momento dulce de su ya extensa carrera, vuelve a El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa, esta vez para ofrecernos un concierto sin otro acompañamiento que su guitarra.

Jueves 2 de noviembre a las 19 hs
Concierto de guitarra
Alfredo Lagos

Lugar: Sala Sandaru – Calle Buenaventura Muñoz, 21 (Barcelona)
Fecha: jueves 2 de noviembre a las 19 hs
Concierto organizado por El Dorado Sociedad Flamenca Barcelonesa

Aforo Reducido. Acceso con inscripción previa para socios.
No existe venta anticipada ni reserva de entradas
[Entrada general 15 Euros hasta completar aforo]
Sala Sandaru – C/ Buenaventura Muñoz, 21 (08018 – Barcelona)

·.:.·

Alfredo Lagos, es un claro exponente de esa generación de guitarristas flamencos que supieron encontrar una rica síntesis entre el juego clásico y las nuevas armonías desarrolladas por la guitarra a lo largo de los últimos 30 años. Lejos de quedar fascinados por el virtuosismo y el vértigo del ritmo que imperaba en esa época, buscaron una musicalidad más sugerente, un arte de matices, de nuevas armonías y un juego de silencios. En definitiva, se hicieron músicos más completos.

En la Bienal de Sevilla de 2018, la última que se realizó antes de la pandemia, Alfredo Lagos participó en cinco espectáculos diferentes. El primero en la inauguración de la Muestra que tuvo lugar en la plaza de toros de la Maestranza con la reedición de Arena, la obra de 2004 que Israel Galván creó acerca de lo taurino, también participó en Hodierno, la obra que   su hermano David presentó en el Teatro Alameda. Como también lo hizo junto a Tomás de Perrate, y Proyecto Lorca en el Teatro  Central, para mostrar el espectáculo Soleá Sola.y por último , tambien en el Central, con Leonor Leal y Antonio Moreno dieron cuerpo a  esa maravilla escénica que la bailaora tituló  Nocturno y que el público y crítica  acogieron  con regocijo. Pero por si acaso todo eso no fuese suficiente, en   la Sala Turina, el guitarrista presentó Sonanta Club todo un muestrario de sus atributos como concertista, en esta ocasión contó con la colaboración de Guillermo MacGill en la batería, además del contrabajo de Antonio Corrales  y la  guitarra eléctrica de José Atero.

La velada la cubrió Luis Ibarra y así lo contó en su crónica del ABC sevillano.

<Alfredo Lagos no es un guitarrista jerezano al uso. En él conviven el toque misterioso de su tierra que aprendió junto a maestros como José Luis Balao con otras influencias jazzísticas y contemporáneas. De la barrica a la urbe, «Sonanta Club» es una muestra de todo ello. Un alarde bien medido de técnica en el que filtra melodías de fuera por el tamiz de su flamencura. Quiso «recrear el ambiente de los clubes», donde se disfruta de la música en cercanía con el artista. Un tablao. Una sala de jazz. Una reunión de amigos donde se juntan varios instrumentos. Ese es el concepto que desarrolla durante el espectáculo, y la iluminación y el sonido giran en torno a la misma idea.

No hay fallos en su ejecución. Las cuerdas aparecen límpidas y su avanzado sentido del ritmo le hace colar contratiempos imposibles. Su trémolo también es preciso, y con él abre las entretelas de su sonanta. Magia. Que menos es más lo demuestra en cada nota. Que todo está al servicio de la música y lo complejo no siempre funciona lo tiene claro. La batería, el contrabajo y las guitarras acústicas y eléctricas le siguen en el camino, como pueden. El de Jerez está tocando jazz con técnica flamenca. El mástil al aire, sin cejilla, y Leonard Cohen aparece entre sus manos. El público canta para dentro lo que reconoce. Hay cadencias encontradas en algún punto entre Andalucía y América, todavía sin etiquetar.

……..También planteó ese conocido debate acerca de lo que es flamenco y lo que no. Porque la bulería y los tanguillos fueron algunas de sus banderas, pero alzó muchas más. Si en el jazz la improvisación viene con la melodía, en el flamenco la complicidad entre los artistas surge, sobre todo, en el tiempo. Eso vuelve loco a cualquiera. Porque lo que parece sencillo en realidad tiene horas de estudio tras las tablas, por eso se entendieron bien sobre el escenario. Así es el jazz según Jerez.>

Alfredo Lagos nació y creció en Jerez, estudió guitarra y solfeo en el Conservatorio de su ciudad  y tuvo la fortuna de sentir la cercanía del maestro José Luis Balao del que se siente deudor, de él aprendió entre otras cosas que no se trataba solamente de hacerse guitarrista, si no que el objetivo es llegar  a ser músico, con toda la amplitud  que tiene el término  En los primeros años acompañó a buenos cantaores de su tierra  como Luis de la Pica, El Mono o Fernando de la Morena y ya con 18 años firmó su primer contrato profesional que le llevó a Japón de la mano del bailaor Joaquín Grilo, después trabajó con Sara Baras, Manolete, Javier Barón, Carmen Cortés, Manuela Carrasco, etc  hasta su fructífero encuentro con Israel Galván que le permitió participar  en la creación de algunas obras fundamentales, Arena (2004), El Final de este Estado de cosas (2007) y especialmente La Edad de Oro (2005), feliz hallazgo. Una pieza de Flamenco a Tres, sencilla de construcción y rica en nutrientes porque se abastece de todo el  acervo flamenco, un tesoro que permitía que cada función pudiera ser distinta de la anterior por la cantidad de variables que tenían al alcance. El espectáculo con la participación primero del malogrado Fernando Terremoto y luego de su hermano David Lagos, giró durante años por todo el mundo con tanto éxito  que llegó alcanzar las 500 representaciones. 

En el cante ha acompañado a figuras como José Mercé, Carmen Linares, Duquende, Arcangel, Fernando Terremoto, Miguel Poveda, Estrella Morente, David Lagos y especialmente a Enrique Morente, con quien mantuvo una estrecha colaboración de la que salieron episodios singulares como por ejemplo fue la soleá que grabaron para la película Iberia que Carlos Saura realizó sobre la suite de Isaac Albéniz. También fue notable su participación en el debut discográfico de Estrella Morente Mi cante y un poema, al que después siguieron otras colaboraciones en los discos de la cantaora como Calle del Aire o Mujeres.

Aunque tiene una rica y dilatada trayectoria profesional, solo ha editado dos discos Metamorphosis (1997) y Punto de Fuga (2015). A lo largo de su carrera ha recibido reconocimientos significados a su trabajo, el mas reciente es la Copa Jerez 2023 que la Catedra de Flamencología le ha concedido hace tan solo unas semanas.

EL DORADO
Sociedad Flamenca Barcelonesa

·.:.· PRENSA ·.:·

PEQUEÑOS PARAISOS
JUAN VERGILLOS – Diario de Sevilla

Resuena todavía en mi corazón el arpegio con el que cerró Alfredo Lagos su recital, porque en el arpegio de este tocaor está la felicidad. Pequeños paraísos terrenales que se fueron así, sin hacer ruido. Como habían venido. No hubo ruido esta noche en la que cada nota tuvo su sentido, su lugar de preferencia, en franco contraste con muchos de los conciertos de flamenco a los que asistimos, o asistíamos.

No obstante, esta falta de ruido también exige también su tributo e hizo que el patio de butacas fuera un poema. Pero al intérprete no le importó, y a nosotros tampoco, ofreciéndonos una hora de toque esencial, destilado por los años, por décadas. Que dialoga con la tradición pero que es absolutamente personal. ¿Cuántos conciertos maravillosos de Alfredo Lagos nos hemos perdido? ¿Cuántos Alfredos Lagos hay perdidos en la sombra? Como dijo hace unos años el compañero Gamboa, la guitarra solista está sola en España. Y este recital fue un buen ejemplo. Lagos posee un mundo propio rico, complejo, que le habla de tú a la tradición, léase Montoya, Sabicas y Ricardo, y en el que asoma un discurso muy personal. Tanto que solamente en el final, con la bulería, me di cuenta que este concierto no tiene nada que ver con la guitarra solista, y sola, actual en España. En cualquier otro recital de toque hubiésemos escuchando profusión de bulerías, tangos, rumbas … aquí solo hubo una bulería, la de conclusión, con todos esos ecos del mejor toque jerezano pero que, como decimos, cerró sin énfasis, sin ruido, un recital que recordaremos muchos años.

Todo el concierto fue de una riqueza excepcional. Tanto en el aspecto técnico, en el que Lagos hizo una auténtica exhibición, como en el compositivo, en el que se vio la riqueza interior de este artista que va a la contra, sin proponérselo, naturalmente, de todo lo que significa hoy la guitarra flamenca de concierto, suponiendo que esta exista. Es decir, suponiendo que tenga un público, porque la música no existe hasta que no encuentra un oyente. Ayer fuimos apenas dos o tres decenas de privilegiados. Todo fue riquísimo, pero, como digo, Lagos destiló dos o tres momentos, siempre sobre el arpegio obsesivo, de puro éxtasis. La guajira. La rondeña que nos hizo recordar los tiempos en los que perseguíamos por toda la geografía andaluza las representaciones del espectáculo Arena. En una época, éramos tan jóvenes, en la que creíamos que Israel Galván era el mejor bailaor del mundo y Alfredo Lagos el mejor guitarrista del mundo. Y lo seguimos pensando. Somos tan jóvenes.